Si a algunos les causa felicidad viajar, estudiar y aprender, comer, enamorarse, solidarizar, obtener el mejor celular, alcanzar una buena nota, tener un auto de último modelo, lograr una meta compleja, etc.
Nos tenemos que dar cuenta de que la mayoría, por no decir todos, siempre poseemos acciones e intenciones que van en función de la felicidad ya sea nuestra o de alguien más. Determinamos así que existe una gran gama de maneras de buscarla.
De alguna forma tenemos que contextualizar que nuestra felicidad es una sensación de agrado máximo, que origina a partir de algo que hicimos, participamos, provocamos o recibimos. Es algo que puede acceder cada mujer y cada hombre, por más limitados que nos sintamos.
Ahora, el gran "pero" es que de todas las sensaciones que nos provocara algo que consideramos felicidad, finalmente termina provocando consecuencias malas o simplemente no es la verdadera felicidad que tanto buscamos.
Hoy en día existen diferentes bienes principalmente materiales, a los cuales podemos acceder fácilmente. Muchos de nosotros hemos sentido o creímos sentir una felicidad al obtenerlos. Al igual que cuando a través de la historia universal o de uno mismo existieron momentos en que alguien buscó su propia felicidad a costa de otros o dañando a alguien más.
Existieron, existen y ojalá sigan existiendo personas que al realizar ciertas acciones causaron gran felicidad a muchas multitudes como lo hizo Mahatma Gandhi con sus acciones de paz. Sin embargo, en la vida diaria nos encontramos con situaciones que nos hacen crecer o más que nada hacen darnos cuenta de lo que somos y de lo que nos sentimos capaces de hacer encontrándonos en algún momento con esa felicidad que muchas veces hace que nos desbordemos en lágrimas.
Es necesario entender el sentido de la verdadera felicidad que a partir de lo que ya se ha mencionado encontramos que el ideal de felicidad es el que nos hace crecer como personas, el que nutre nuestras almas y que perdura como algo inherente a nosotros provocando consecuencias positivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario